VIAJES
Qué hacer en el aeropuerto
POR LEANDRO AFRICANO
Algunas propuestas para aliviar las Horas de espera entre conexiones de vuelos, en terminales aéreas del mundo.
Sugerencias para los viajeros en tránsito / AFP.
30/03/14 Según el sociólogo contemporáneo Marc Augé los aeropuertos, entre muchos otros espacios de uso cotidiano, son No Lugares porque carecen de identidad y, además, porque generan en el visitante falsas sensaciones: le recrean al turista un espacio y tiempo propio que sólo conduce al consumo. Más allá de las reflexiones del pensador francés, el aeropuerto es un espacio que el turista se ha apropiado para su uso pero que puede volverse ingobernable si no se lo conoce bien. Sobre todo si de antemano se sabe que hay mucho tiempo entre los vuelos de conexión. Aquí acercamos algunas sugerencias para orientar al viajero sobre qué hacer para transformar esos tiempos muertos en momentos agradables del viaje.
Tres o más horas de espera Visita a otras terminales.
En muchos aeropuertos internacionales, sobre todo en los de grandes dimensiones, se pueden visitar terminales donde aterrizan y despegan otras compañías aéreas. Puede no ser muy atractivo desde el punto de vista del conocimiento, pero ayuda a apaciguar la espera y se pueden descubrir nuevos comercios. En algunos casos, el traslado puede ser en tren o en minibuses, siempre gratuitos dentro del aeropuerto
Salir a la ciudad.
Si usted es un pasajero organizado, capaz de tomar riesgos a cambio de nuevas experiencias para contar a la vuelta, puede proponerse un mini paseo por la ciudad. Con los trámites de migraciones hechos, si se tratase de un vuelo internacional, y con la tarjeta de embarque en mano, en general se puede salir del aeropuerto (esta posibilidad depende de muchos factores). Para hacerlo se recomienda definir claramente la distancia al destino deseado y el tiempo que insumirá el traslado. Por ejemplo, se puede elegir un atractivo turístico o un centro comercial cercano a no más de 20 o 25 minutos de distancia. Hay que tener en cuenta que, en algunas ciudades, el tránsito puede jugarle una mala pasada y demorar el regreso al aeropuerto.
Película favorita.
Si viaja con una notebook o tablet puede llevar cargada en la memoria del dispositivo un filme para ver durante la espera y también auriculares, porque el sonido ambiente le impedirá oír con claridad. Elija previamente la película, o bien lleve el DVD; de esta manera, evitará realizar búsquedas online en el aeropuerto, porque el acceso wi-fi no suele ser gratuito. Si está acostumbrado a ver películas online, puede pre-cargarlas en la memoria del navegador y luego, sin cerrar el programa, podrá verlas en el momento y lugar que prefiera sin conexión a Internet. Dado que la duración promedio de cualquier filme es de 95 minutos, conviene estar bien atento para enterarse de las indicaciones y novedades que vayan surgiendo sobre el estado de los vuelos.
Dos horas de espera Salas VIP.
La permanencia en los salones de espera privados es uno de los grandes mimos que puede darse durante un viaje. Allí hay una gran variedad de bebidas y comestibles de libre uso, acceso gratis a Internet, cómodos sillones, material de lectura, TV y atención personalizada para la gestión de un trámite o las averiguaciones sobre su vuelo. Si dispone de una tarjeta de crédito internacional corporativa, o de compra con alto nivel de consumo, es muy probable que tenga derecho a ingresar a algunos de los salones VIP que ofrecen los aeropuertos. Asimismo, si es miembro del club de fidelidad o es pasajero frecuente de una compañía aérea puede disfrutar de estos espacios o bien canjear su utilización por millas acumuladas en su cuenta. Si es portador de un pasaje en Primera Clase o Business también estará habilitado a utilizar los servicios del salón de la compañía. Pero existe otra posibilidad: pagar para entrar. El precio varía en cada ciudad y depende de los servicios incluidos. El servicio Priority Pass ofrece acceso a más de 600 salones VIP en todo el mundo a un costo de 27 dólares por visita, con una cuota anual de 89 dólares. Se puede contratar previamente por Internet y es recomendable averiguar los horarios de apertura y cierre de cada salón, para evaluar si coinciden con su paso por el lugar.
Masajes express.
Ya sea porque viajar en avión le genera dolores musculares o porque retuvo el estrés laboral, la posibilidad de contar con una sesión de masajes reconfortantes es una realidad en muchos aeropuertos. Son las mismas terapias que ya se encuentran en centros comerciales de Argentina, pensadas puntualmente para viajar relajados y sin dolores de espalda o cintura. Una sesión de masajes se puede extender entre 20 y 45 minutos y tiene un costo aproximado de entre 18 y 25 dólares. Al igual que la mayoría de los servicios que se brindan en las terminales aéreas, puede reservarse por Internet y abonarse con tarjeta de crédito.
Serie favorita.
La duración de un capítulo de una serie, estimado en promedio en 45/50 minutos, puede ser el tiempo ideal para ayudar a hacer la espera mucho más amena. Con un dispositivo móvil como una notebook, una tablet o un smartphone se pueden pre-cargar series en el navegador para visualizarlas en el aeropuerto.
Una hora de espera Compras.
Pocos argentinos se resisten a echar una mirada a los comercios de los aeropuertos. Una hora de tiempo es ideal para hacer un recorrido por los free shop y locales. No es necesario comprar para pasarse un buen rato de recorrida: ¡simplemente, se puede mirar! Se recomienda detenerse en los locales que están ubicados en el espacio para pasajero en tránsito, para evitar sorpresas desagradables si se demora el paso en el control de pasajeros y migraciones. Un mismo artículo, comprado en la ciudad, tiene un recargo aproximado del 15% en comparación con el adquirido en el área del aeropuerto.
Lectura.
En tránsito, un libro atrapante o una revista de actualidad podrían ser los mejores compañeros de viaje. Reserve una novela que le atraiga previamente. Para las revistas de actualidad, lo ideal es comprarlas en los quioscos del aeropuerto, que tienen los mismos precios que los de la ciudad y las últimas novedades.
Para todos los casos
Recorrido liviano. Sacarse de encima el equipaje pesado es el mejor inicio de las intenciones para sobrellevar, transcurrir y hasta disfrutar la estadía en el aeropuerto. La opción recomendable, si es posible, es despachar el equipaje directamente al destino de finalización del viaje. Estar liviano de bultos le permitirá un andar mucho más descansado, con las manos libres para visitar los atractivos locales del free shop (sin amontonar camperas, bolsos y valijas a bordo de un carrito, en una pirámide inestable). Además, algunos aeropuertos ofrecen el servicio de lockers o depósito, preparados para dejar el equipaje durante un tiempo determinado. El precio estimado en las terminales de Estados Unidos es de 2 dólares y, en Europa, de 1 euro. Por otra parte, es fundamental no cargar bolsos con largas manijas: son más convenientes las mochilas o las valijas con rueditas.Anticipe cuestiones organizativas. Ubique la puerta correspondiente a su abordaje, chequee que los datos del avión (número de vuelo, horario y destino) sean correctos. En muchos aeropuertos (especialmente los latinoamericanos y del este de Europa), las puertas de embarque pueden cambiar hasta media hora antes del horario fijado para la salida.Planifique su tiempo. Segmente las opciones disponibles para pasar el tiempo. De esta manera, la espera será más llevadera y evitará andar vagando sin rumbo por la terminal en la que se debe aguardar el próximo vuelo. Por ejemplo: lea un rato, luego dé un paseo, más tarde visite algún comercio, tome un café y lea otro poco más.Con niños. Si viaja con niños averigüe si el aeropuerto cuenta con espacio de juegos gratuitos. Se sugiere que el niño elija un “compañero” de viaje –un peluche o un dispositivo electrónico– que ayude a calmar la impaciencia durante las largas esperas.
Energía en los dispositivos.
Lleve la carga máxima en todos los dispositivos que lo acompañan en el viaje: PC, tablet y celular. Es probable que el aeropuerto no cuente con enchufes, o bien, no sean compatibles con el voltaje de origen. Guarde siempre una línea de energía para llegar hasta el hotel por cualquier inconveniente que pueda surgir en el traslado desde el aeropuerto.
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